Pues si, ya mi hermano ha sido atrapado oficialmente en esa cosa llamada matrimonio. Ma-tri-mo-nio. Suena fatal, como una enfermedad o un insulto. El doctor me ha diagnosticado un matrimonio en el riñón. Es un cabrón y un matrimonio. Casamiento no suena mejor, parecería que alguien está cansado... No le despiertes que tiene mucho casamiento. En este caso, el evento viene acompañado de amor a patadas, lo que no es sólo recomendable sino admirable.
Yo acudí acompañada por Candela, la adorable princesa ochoañera de mi ex, que hizo migas enseguida con las 8 niñas que había en el convite, y bailó como una loca hasta las 2 de la mañana, animadas todas ellas por las cocacolas sin límites que tomaron sin cesar... Nunca en mi vida he tomado tantas cocacolas seguidas, me dijo cuando la llevaba junto a su madre... Me pregunto a qué hora se habrá dormido y despertado. Esta niña y sus padres son de los mejores seres humanos que he conocido, en cuanto consiga fotos de la boda, ya os las pondré. En cuanto a las niñas inglesas que mis primos han engendrado, parecía aquello Disney, de tanta princesa que había...
Aquí estoy de domingo, de resaca, y derrotada. Viva el amor, y viva mi hermano, que con la excusa de casarse se va a la polinesia. Así cualquiera.
Sunday, March 18, 2007
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2 comments:
Matrimoño... suena a demoño...
Karen, clica en mi nombre, ¡ahí me tienes! Yuhuuuuuuu...
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