DESDE LA CORUÑA

Estoy en La Coruña. Por trabajo. Eso sí, ayer llegamos y por primera vez nos instalaron en un hotel del centro, por lo que pudimos deliciar de una cena compuesta de navajas, almejas, pulpito y demás por un precio más que razonable.

La serie está ya a punto de caramelo y tengo una gran tristeza por dejar de rodar. Pese al caos de algunos momentos, el equipo humano es inmejorable y las risas que me he pegado insustituíbles.

El corazón me late fuertemente, y estoy bordeando esa delgada línea que separa la inseguridad de la realidad. Hay una persona que me gusta mucho, pero estoy totalmente despistada de si yo le gusto a él. No tengo ni idea, y no sé si es que no le gusto y no quiero aceptarlo, que le gusto pero es muy tímido, o que no sabe que me gusta. Qué divertido. Sé que le hago reír mucho, y me lo estoy trabajando con el pico y la pala, pero no sé si va bien, o va fatal, o qué. En fin, que por lo demás la tranquilidad reina en mi vida y en mi cama... a ver si se anima la cosa, ya sabemos que la época estival suele acarrear movimiento y juerga, a ver si es verdad.

Julio en Madrid. Un trabajo impartiendo talleres por provincias adyacentes me retiene aquí hasta fin de mes. Aprovecharé para hacerme fotos nuevas para mi book de actriz con este rubio platinismo, y para el nuevo videobook. Voy a conseguir representante ya. En la serie he podido comprobar dónde estoy, y soy feliz.