Vaya semanita tan peculiar. El lunes perdí a mi gato como saben. He decidido que hasta que no se sepa a ciencia cierta la causa de su muerte, es mejor pensar que ha sido un accidente, y agradecerle los siete años de amor y compañía que nos ha dado.
El miércoles fue la fiesta de fin de rodaje, y después de un par de copas decidí sincerarme con ese chico que me gusta. Y me dió calabazas. Eso sí, lo hizo con tanta delicadeza que me gusta aún más. Colorados como tomates, luego me quedé naranja color calabaza, sobretodo cuando desaparecí a las 8 de la mañana para no ver lo que parecía inevitable; él con otra. Francamente, la otra es lo más, un amor de niña, que además ya sabíamos que nos gustaba a ambas, y no ha habido ningún tipo de sucia competencia. Y él es tan majo, que merece la pena ser su amiga. Así que a otra cosa mariposa. Ya se arrepentirá, ya. Y entonces será demasiado tarde. Me viene bien que me den calabazas, así mi ego se pone en su sitio.
Me voy ahora a Cáceres, a un curso de amor incondicional. Qué alegría, qué alboroto, ya les cuento.
Friday, July 06, 2007
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2 comments:
Cuenta, cuenta.
Es extraño, pero la mayor parte de los bloggeros son dueños de un gato. Un blog es como un gato callejero: está a la vista de todos pero, esquivo y silencioso, solo saben apreciarlo unos pocos.
Espero ir apreciando cada vez mas este blog.
En cuanto al chico te diría las frases típicas de consolación, pero veo que no las necesitas.
Adelante con eso.
You write very well.
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