Ahora que puedo. Ahora que tengo el tiempo y la serenidad, he de retomar aquellas costumbres que enriquecieron mi alma y me sirvieron de sustento en las horas más alegres y menos alegres, en los momentos cuesta arriba y cuesta abajo, esas cosas, que al mirar la vista y recordar, hacen que sea más feliz.
Como tumbarte en esta tumbona, y besarte en los besos de la tarde atardecida. Mecida por la brisa, llorando de alegría tibia y silenciosa, me pregunto por qué me castigo con el silencio de mis propias palabras, cuando al escribir me expando irremediablemente. Para qué castrarme, para qué repudiarme, cuando siendo lo más hermoso que tengo, cuando doy alas a mi alegría, a mi alma, esta me responde con mil ideas sólidas y blanditas, flexibles y firmes, perfectas en su imperfección.
Retomaré con orgullo la tarea de volcar en mi blog aquello que me dé la real gana, o ganas falsas, con fuerza, con perseverancia y con la seguridad de ser cada día un poco más yo, y un poco menos lo que no soy yo.
Maldivas es una oportunidad. Sus aguas son el mundo, sus peces tan hermosos, sus corales tan vivos.
Sunday, November 28, 2010
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