Y POR QUÉ ALTERARSE

Hay gente simpática, antipática, hay gordos, hay flacos, los hay amables, enfermos, sanos, tranquilos, nerviosos, alegres, tristes. Todos somos todo; algunos tendemos a ser más una cosa y menos otra, estando todas las cualidades en uno mismo.
Qué fue con la soltura de mis palabras, otra vez he de ir al gimnasio de la expresión. Antaño ejercitábame sin querer, quizás leía más, leía mejor. La tristeza encementó mi pluma y mis ideas, que ahora pugnan por salir a flote tras el largo invierno de la melancolía.
Amores pasados que llaman a la puerta, amores pasados a cuya puerta llamas sin obtener respuesta. Ausencias cercanas, de tiempos próximos y planetas lejanos, corazones que estaban rotos antes de latir. La realidad bellamente triste que saluda desde los sueños.. Las ganas de contar historias simples y bellas. Los deseos de tener un cuerpo sano, un alma despierta, y un espíritu infinito de superación. Amor propio a raudales.