

¿Cómo ponerme un traje nuevo sin quitarme el anterior? ¿Y qué pasa con el momento del desnudo entre traje y traje?
Tengo unas ex-amigas que se portaron conmigo de manera dura y retorcida. Dos factores se dieron: su poco sanidad emocional y la mía. De la suya no puedo hablar porque no soy ellas. De la mía diré que yo aguanté esas maneras, miradas, desplantes y comentarios y casi que asumí mi papel de víctima con deleite. En su momento sufrí muchísimo porque yo como víctima es que soy muy fácil,

Ni tanto ni tan calvo. He de poner límites a los demás para que sepan hasta dónde pueden llegar. Es la única manera de que a mí también me los pongan, porque mi energía es explosiva, a veces
incluso invasiva.

De pronto la vida te trae nuevas pruebas, y cuando detecto energía tipo la de mis examigas, se me ponen los intestinos de punta y empiezo a vomitar mierda. El avance es que avasallarme ya no me avasallan, digo lo que pienso y no veáis que bien sienta. Es la de:
Si no te importa, ponte tu atrás.
Y yo: Pues sí, sí que me importa.
Por supuesto, al final me pongo atrás porque es una gilipollez

Mi gran objetivo es la templanza, porque soy extrema para todo. De la inseguridad más profunda a la arrogancia extrema. De avasallada a avasallante, de víctima a verduga.
Hay una necesidad de llamar la atención que necesito desactivar ya, sólo yo pendiente de mí.
Qué rara me siento. Esto debe ser bueno. Aterrizaré en breve.
Dale
1 comment:
hola guapa,
hace mucho que no te veo,
un beso fuerte.
Hablamos.
M
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