Tener la edad del pavo a los veintiocho años.
Amar el mundo entero paseando.
Compartir piso con un hombre libre y sexy que me lee poesía.
Volar de cama en cama y no dormir.
Arrojar el teléfono móvil a las vías del metro.
Reír hasta el desmayo sola o no.
Si supierais mi grado de felicidad os daría hasta rabia.
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6 comments:
Lo de volar de cama en cama sin dormir me ha sorprendido bastante. ¿Es que está dando clases de vuelo?
¿de salto con pértiga?
¿levitación trascendental?
Atanes
Parece usted Miguel Hernández...
Miguel Hernández es quien dijo aquello de "me duele hasta en los cojones del alma".
¿No?
Atanes
Estoy dando y recibiendo clases de vuelo que me endiñan a unas pertigas que me hacen levitar... no sé si esto te aclara algo, Atancito de mi vida
Lo mío no es calentar la molondra, así que no se esfuerce. Llegaré a nonagenario sin entender nada. Nonagenario no es ningún colega del pueblo, es lo que seré cuando tenga noventa años. Ah, la informo de que si ahora no pongo los mensajes como blogger no es por falta de ganas, es porque me he pasado al "blogger beta" y no me dejan por el momento. Pero para qué le cuento yo estas cosas de mi intimidad...
Atanes reloaded.
De verdad, de verdad, Atanes, que no entiendes los saltos de pértiga de Miss Huevo Master???
marttimon
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