Friday, February 22, 2008

Amor por Bluetooth

El martes estaba tomándome un té en una cafetería cualquiera cuando en mi nuevo y flamante móvil apareció un mensajito: K@z@me Emporio le envía datos. Yo lo rechacé extrañada. Al poco, volvió a aparecer y claro, con lo cotilla y curiosa que soy, apreté la tecla aceptar. Me llegó un tono de silbido llamado "hey, beautiful", el clásico silbido de piropo. Y yo flipando con las nuevas tecnologías: ¡¡¡me están entrando por bluetooth!!! Miré en todas las direcciones para intentar identificar al autor del envío, mas no conseguí detectarle. Me pareció gracioso y puse el tonillo para la llegada de mensajes.
A partir de ahí, el teléfono ha dejado de sonar. De las mil millones de aplicaciones que tiene, la más básica, sonar, no funciona. Creo que me ha entrado un virus... así que han mandado mi nokia al médico y ahora tengo un zapatófono que parece de mentira, de esos que vienen rellenos de caramelitos. Yo pensando que estaba ligando... qué ingenua...

Monday, February 18, 2008

SAN VALENTÍN

El 14 de Febrero se celebró una pelea callejera... de almohadas, eso sí, con no poca afluencia de público. Lo colgué en la web de Bicicrítica y acudieron Juanan y Chío, dos amigos del taller de bicis. La verdad es que fue divertido, aunque agotador. Algún impaciente se adelantó a la hora prevista, y hubo bastantes almohadas ikeanas de esas que se deshacen, que llenaron todo de relleno de almohada...
Después nos fuimos los tres a tomar unas cañas, y la noche la acabamos Juanan y yo en la comisaría de la calle Leganitos, porque me mangaron el bolso en las narices. Pillé al cómplice pero el ladrón y mi bolso no se sabe dónde andan... Para 40 euros y un zapatófono, la verdad, lo único que me quedó fue una mochila con una almohada dentro... podían haberme mangado la mochila... Y como el 15 era mi 30 cumpleaños, los primeros en felicitarme fueron los agentes nacionales de Policía. Su fecha de nacimiento, señorita. El 15 de Febrero del... He dicho la de nacimiento. Y yo: Pues eso, el 15. Feliz cumpleaños, señorita. Y así unas cuantas veces.
Lo peor: Mi bici candada en la puerta de mi casa y cuyos candados tengo que cortar.
Lo mejor: pues que me reí un montón gracias al humor inquebrantable del Murciano, y a mi ingesta de helio de un globo rojo en forma de corazón de San Valentín que hizo las delicias de la sala de espera en la comisaría. Además, al día siguiente me dieron un teléfono superchulo, y como me he quedado sin números me voy a ahorrar una pasta en móvil que siempre viene bien... A ver si aparece la documentación... Y como era mi cumple, pues todo aquel que se acordó y llamó está ya en mi agenda... Yujuuuuuuuuuuuuuuuuu
Mañana crónica de la fiestecita de cumple...

Monday, February 11, 2008

AHORA

Vió mi padre donde vivía,
y se puso a llorar.

Echo de menos ciertas caricias
y no puedo ni llorar.

Quiero alejarme a toda prisa
y debo esperar.

Esta piel me viene pequeña
o yo grande o yo amorfa.

Mis gritos suenan en ningún sitio.

Mis arañazos se reciben por correo.

Mis patadas se comen de segundo.

Mis caricias están fuera de carta

Friday, February 08, 2008

Y una y otra vez y otra.
Hombres y mujeres.
Me aman y me decepcionan y me desean y me rechazan.
Y yo no me entero.
O sí, me entero, cuando ya es tarde.
De qué sirve levantar pasiones que luego se esconden ante la enormidad.
¿De qué sirve?
Sirve de todo, y de nada. De ser yo, por lo menos.
Viene siempre el Cosmos y me dá un besito en la mejilla:
"Venga, chata, no es para tanto..."
Y me gustaría darle de puñetazos y gritar:
"¡Es para tanto, y para más! ¡Dejen de confundirme! ¡Ámenme con sinceridad y sin miedo! ¡Déjenme amarles en igualdad de condiciones!"
El Cosmos me dá un cachete en el culete y un guiño.
No va a saber más que yo el Cosmos ni nada...

Wednesday, February 06, 2008

CAQUITAS EN EL MAR

Ayer fue el Pancake Day, que se celebra en los hogares sajones, por lo menos en el de mi padre y por tradición en el mío. El martes de carnaval se hacen pancakes tortitas similares a los crêpes, y de los cuales puedo consumir infinitos. El hacerlos es frustrante, según mi madre, porque es imposible cocinarlos tan rápido como se comen y siempre pedimos sin parar. En la sobremesa de esta entrañable reunión familiar, y aprovechando la presencia de la novia de mi hermano, recordamos la siguiente anécdota.

Hace unos años, fuimos de vacaciones a la isla de Malta. ¿Qué narices se nos había perdido por esas tierras, se preguntarán los más curiosos? Mi padre vivió ahí cuando fue niño durante un par de años o así creo, así que fue un viaje de esos en los que él no paraba de decir " ...en esta esquina vuestra tía y yo parábamos el autobús y luego nos escapábamos sin cogerlos...." (menudo gamberro mi padre, con 5 años ya apuntaba maneras) o " Aquí vivíamos y ahí compraba el pan, y ahí la leche y ahí... etc" (señalando una pared de cemento, claro, o un descampado o una peluquería) .

El caso es que un día volvimos al hotel a última hora de una excursión. Mi madre se subió a la habitación, y mi padre nos ofreció darnos un último año en la playa antes de que se fuera el sol. Y hete aquí que accedimos encantados, mis dos hermanos y yo, que soy la mediana. Yo ya notaba un ligero apretón, esa distante necesidad de evacuar aguas mayores, pero claro, pensé que si subía arriba a la habitación a aliviarme, no me dejarían volver abajo a bañarme, así que opté por no decir nada y apretar el culo.

En cuanto entré en el agua, me percaté del error de valoración que había cometido, y de cómo había sobrevalorado la fortaleza de mi íntimo esfínter. Y no viendo otra solución, rodeé unas roquitas que en la playa había, y expulsé de mi cuerpo un truño sólido, compacto y enorme.

En seguida volví junto a mi inocente familia, pensando en llevarme tremendo secreto a la tumba. Lo recuerdo bien: mi padre en la orilla pensándoselo, junto con mi hermano mayor. Mi pequeño hermano Jon, con su rubia cabecita subiendo y bajando mecido por las olas. Y en el horizonte, un navío torpedero, un cocodrilo gigante que flotaba suavemente desde el otro lado de las roquitas y que se acercaba lento pero inexorablemente hacia donde el pobre chapoteaba; mi secreto aparecía como en mi peor pesadilla, gracias a la indiscreción del océano, con la complicidad de mareas, corrientes y olas.

Aquello recordaba a una escena de Tiburón, o de Piraña. Con una risita nerviosa, le dije a mi padre:Oye... mmm. Y él: ¿Qué?. Que me he cagado...¿Qué has hecho qué?. Pos eso, que me he cagado ahí, al otro lado de las roquitas. Pero lo malo no es eso... lo malo es que mi caca viene por ahí, y está pasando muy cerquita de Jon... ¡Pero qué guarra y qué @#¬#¬#~¬#~€#@~@~,! ¡Vete al hotel inmediatamente! ¡Qué asco!
Mi padre se cogió un cabreo de los gordos.
Mi hermano mayor paso de la incredulidad, al asco, al reproche y por fin a la risa, mientras le gritaba al otro: ¡Jon, agárrate a ese tronco! ¡Agárrateeeeee!
Y yo subí , aguantándome la risa. ¡Y encima cuéntaselo a tu madre!

Pues esta anécdota escatológica es más o menos reseñable. Lo que sin duda sí que es reseñable es cuando la novia de mi hermano, hechizada por una historia más de mi glamour y valía, preguntó: ¿Y qué edad tenías cuando pasó esto?
Mi hermano sube los ojos al techo y recuerda. Pues yo creo que cuando estuvimos en Malta era el Mundial de Flinflínflin y el Torneo de Nosedonde que ganó Fulanito en el... en el 91. Y mi padre: Sí, recuerdo que dimitió Gorbachov..Fue en el 91...
Así que tenía..... ¡¡¡¡¡13 años y medio!!!! ¡¡¡¡Y cagándome en el mar!!!! Las niñas de hoy en día de 13 año son sexualmente más atractivas que yo, parecen mis hermanas mayores., aprendo estilismo de ellas, se ríen del grosor de mi teléfono móvil.. ¿Es que yo no tuve pavo? ¿Me llevo cagándome en todo toda mi vida? ¿Lo mío tiene remedio? ¿Mi truñete habrá llegado a buen puerto?

Conclusión final que alcanzamos en familia: Mi hermano se acuerda de las fechas relacionándolas con eventos deportivos, mi padre con acontecimientos históricos... y yo... Yo con incidencias fisiológicas, me temo.